Aprovechando que ha sido el día mundial de la croqueta te mostramos las claves necesarias para que salgan esponjosas por dentro y crujientes por fuera. Lo primero que debes pensar es de qué quieres hacerlas, en nuestra opinión las más ricas son las que llevan jamón, pero hay infinidad de variedades… solo depende de la imaginación del cocinero.
En casa, mi abuela las hacía de huevo duro y estaban exquisitas. Actualmente las hacemos de carrillera de cerdo ibérico, jamón ibérico y pollo, queso, setas y jamón (como la que se muestra en la imagen) …
Ingredientes
Para realizar la masa necesitaremos harina de repostería (o maizena para los más pequeños de la casa), cebolla (en casa usamos cebolleta que es un poco más dulce), ingredientes para el relleno y leche. Para envolverlas además debes tener huevo y pan rallado.
Una de las claves más importantes es que los ingredientes sean de calidad, no es necesario que sean de “primerísima” marca pero sí debemos ser “generosos” en ese sentido y adquirir productos de buena calidad, sobretodo para el relleno.
La Bechamel
Muchos cocineros de prestigio dicen que para saber si una persona cocina bien debe superar la prueba de las croquetas caseras y del huevo frito, y que estén en su punto. Para que una masa de croqueta esté buena la clave es que la cebolla esté bien pochada, la harina algo tostada en la misma sartén (pero cuidado de que no se queme) y que cuando vayamos a mezclar con la leche, hacerlo poco a poco mientras se va removiendo y que ésta esté previamente calentada.
Una vez terminada, debe permanecer en la nevera varias horas, incluso de un día para otro, para que cuando las vayas rebozar tengan consistencia para que no se deshagan. Un buen reposo en bloque es muy importante
En muchos recetarios podrás encontrar quien le echa también nuez moscada, pero nosotros no somos muy partidarios de este ingrediente, ya depende del gusto del consumidor.
La Forma
La mejor seña para saber que nuestras croquetas son caseras es precisamente que no tengan todas la misma forma. Lo más fácil es usar el tamaño de una cuchara sopera o tenedor. Lo ideal es que podamos tomarnos cada croqueta en un par de bocados.
Rebozado
Para rebozar las croquetas tienes dos opciones, usar harina, huevo batido y pan rallado, o, huevo y pan rallado sin nada de harina. En nuestro caso optamos por la opción de no usar harina y no tenemos problema de que se rompan o abran, ya que esto ocurre únicamente cuando la masa no está lo suficientemente consistente o el aceite no está a la temperatura adecuada.
Fritura
Es importante que a la hora de freir el aceite sea de oliva y que esté bien caliente. El secreto para que las croquetas salgan crujientes es controlar bien la temperatura del aceite, por este motivo no es bueno que metamos demasiadas unidades a la vez, esto provocaría una bajara brusca de temperatura y por consiguiente las croquetas tardan más en hacerse y absorben mucho más aceite del debido. Otra de las claves es que las crioquetas estén a temperatura ambiente, ni frías ni congeladas.
Una vez hayamos terminado de freir no se nos puede olvidar ponerlas sobre un papel de cocina o similar para que absorba el exceso de aceite.